Una fiesta inimitable que persevera en incorporar nuevos lenguajes y diversificar su gestión.

Aunar esfuerzos desde muchos sectores hizo realidad la que parecía la «edición improbable».

Volvieron las miradas curiosas, la expectación y la ilusión, reafirmando al Certamen Reina de La Mancha como un evento incombustible.

Ritmo y mayor audiencia externa en una de las ediciones mejor organizadas de los últimos años.

Guiños a los primeros cincuenta años del concurso, un álbum con sus protagonistas y una gala vibrante cargada de homenaje cierran la...